Sinopsis
Japón, siglo XII. En Kioto, bajo las puertas
del derruido templo de Rashomon, se guarecen de la torrencial lluvia un
leñador, un sacerdote budista y un peregrino. Los tres discuten sobre el juicio
a un bandido, acusado de haber dado muerte a un señor feudal y violado a su
esposa. Los detalles del crimen son narrados desde el punto de vista del
bandido, de la mujer, del señor feudal -con la ayuda de un médium- y del
leñador, único testigo de los hechos.
EL DIRECTOR: AKIRA KUROSAWA
Hijo menor de un militar descendiente de samuráis, nació en Tokio
el 23 de marzo de 1910. Su devoción por el arte le llevaría a
estudiar pintura de forma autodidacta, al
tiempo que crecía su interés por el cine gracias a su hermano Heigo, a quien acompañaba casi a diario a las salas de
Tokio en las que éste trabajaba como narrador
de películas mudas. Tras el suicidio de Heigo en 1930, abandona la pintura y desempeña pequeños trabajos hasta que
en 1936 ingresa en los estudios Toho,
iniciándose como ayudante de dirección de Kaijiro Yamamoto -cineasta al que siempre consideró su maestro- y
debutando como director con La Leyenda del
Gran Judo (1943). Con El Ángel Ebrio (1948) iniciaría su colaboración con el actor Toshiro Mifune, álter ego de
Kurosawa en la gran pantalla y protagonista de
los títulos más emblemáticos de su filmografía. El
éxito internacional de Rashomon (1950) -film que abriría las puertas del cine
japonés al mundo logrando el León de Oro en Venecia y
el Oscar a la Mejor Película extranjera- consolidaría su prestigio como
cineasta, consagrándose en los años siguientes
con obras maestras como Vivir (1952), Los Siete Samuráis (1954) y Trono de Sangre (1957). El fracaso de Dode’ska-den
(1970) le llevaría a una profunda depresión y
un frustrado intento de suicidio en diciembre de 1971, del cual se recuperaría para rodar algunos de sus mejores films.
Tras recibir un Oscar Honorífico en 1990,
falleció el 6 septiembre de 1998 en Tokio.
RELACIÓN DE LA PELICULA CON LA VERDAD
En Rashomon, el público o los receptores somos el jurado de los diferentes puntos de vistas sobre la muerte del samurai y siempre el leñador, el sacerdote y el peregrino están en desacuerdo y crea una incertidumbre una preocupación, porque no sabemos la verdad, porque hasta los mismos personajes no se creen el uno al otro. Al ser nosotros Hombres y tener la capacidad de fingir y olvidar somos creadores de nuestro propio mundo, creadores de nuestras verdades y aunque seamos interdependientes hay cierta desconfianza hay falta de fe como lo que representa el Templo en ruinas en la película. Otro símbolo es la constante lluvia durante la película representando un mal tiempo para la humanidad. Todas las versiones coinciden en un bosque y Akira Kurosawa usa este símbolo en efecto de sombra y luz lo claroobscuro que representa lo consciente y lo inconsciente; las cosas ocultas.
Akira Kurosawa presenta su filme de Rashomon para los años 50, el final de la guerra mundial tiempo de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki Japón. A través de esta pieza de arte se presenta una realidad de una humanidad en decadencia, una humanidad cruel, pérdida de valores, ilusiones perdidas y a través de los distintos personajes se puede ver lo que ha consumido al Hombre como el orgullo, la mentira, el egoísmo, la falta de valores y la falta de honradez
La película Rashomon nos propone artísticamente una esperanza, nos abre los ojos a la verdad a la realidad de esa humanidad malvada y cruel. Nos hace volver hacer optimistas y tener fe en una nueva humanidad en un cambio de claridad y liberación. Si no fuese por la unión de los dos Hombres, los dos seres, los dos mundos no habría una existencia, no habría una realidad, porque los dos tienen su valor, porque todos se necesitan para sobrevir.
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