Es originaria del comediógrafo latino Tito Macio Plauto (254 a. C. - 184 a. C.) en su obra Asinaria, donde el texto exacto dice:
"Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit."
(Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro)
Gramaticalmente, está formada con el nominativo y dativo de homo, -inis (hombre), y el nominativo de lupus-i (lobo).
Como contrapunto a la frase de Plauto, Séneca escribió que "el hombre es algo sagrado para el hombre".
Popularización por Hobbes en el Leviatán
Fue popularizada por Thomas Hobbes, filósofo inglés del siglo XVII, quién la adaptó en su obra Leviatán,
que dice que el egoísmo es básico en el comportamiento humano, aunque
la sociedad intenta corregir tal comportamiento favoreciendo la
convivencia.
El análisis que surge por medio del desarrollo de esta frase conduce a
los principios explicados por Hobbes en su obra y serán de hecho los que
para él justifican la necesidad de una monarquía absoluta.
Se cita con frecuencia cuando se hace referencia a los horrores de los que es capaz la humanidad para consigo misma.
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